Él llegó primero al restaurante. Contó que es socio del club de fútbol de su pueblo, Quintanar de la Orden (Toledo). También que es un hombre de valores tradicionales y que es mecánico. Pese a su profesión, no es capaz de arreglar un corazón averíalo, ni siquiera el suyo. Y es que Jesús acaba de pasar por un divorcio. Ahora ya está dispuesto a encontrar otra mujer con la que compartir su vida y sus aficiones.


Jesús quería tener más citas con Lola


Cuatro

Lola es madrileña de Carabanchel, camarera, le encantan los animales y es vegana. Para que una persona le guste, dijo en su presentación, tiene que ser trabajador, llano, simple y se conforme con poco en la vida. Aparentemente, el perfil de Jesús encajaba en las exigencias de la soltera.

Hasta que se encontraron frente a frente. «Dolores, este no es para ti», fue su primera impresión. La media naranja que ‘First Dates’ le había buscado no iba nada con sus gustos, y de esa idea no se bajó ni con todos los piropos que él le regaló. Le recordaba a Filemón, el compañero inseparable de Mortadelo en las viñetas del recientemente fallecido Francisco Ibáñez. «Pero más gordito», apostilló.

«Muy verde» para Lola

Jesús estaba implicado en la conquista de Lola, sin embargo, la cosa no mejoró. Solo se dedicó a intentar poner buena cara, ser amable…y sincerase a cámara cuando el castellanomanchego no estaba delante. El soltero contó como si fuese una hazaña que sabe cocinar y ponerse una lavadora. Cosa que a ella, lejos de impresionarla, le dio munición. Recalcó que es algo cotidiano siendo un hombre hecho y derecho.

En cuanto a aficiones, los dos hablaron de que son caseros y de que les gustan las series y el cine de terror. De hecho, Jesús tiene una colección de películas en su casa «¿De qué tipo?», le preguntó Lola. El gesto de ella lo dijo todo cuando él contestó: «de Paco Martinez Soria». Pero por si su cita no se había dado cuenta de lo que pensaba, le confirmó que es sus gustos fílmicos le parecían «muy antiguos». «Así está él, obsoleto», sentenció por detrás.

Para rematar, salió el tema del sexo, donde Lola volvió a comprobar que Jesús estaba «muy verde». Ella a él le había gustado, pero por parte de la soltera, su cita no le había entrado por los ojos en nada.